¿Alguna vez te has preguntado si tus decisiones valen? Te has topado en el dilema de qué hacer con tus productos que ya caducaron y si los guardas para lavarlos y encontrarles un uso o simplemente tirarlos, y ahí estás, en ese segundo que lo más fácil está a menos de 50 centímetros: el bote de basura. Y así lo haces, agarras tu labial medio seco y lo tiras, pasan a recoger las basura y agarras las bolsas, las colocas en una más grande y las entregas.
Ese es un simple acto que no requiere de mayor análisis, aún. Es un acto de colocar la basura en su lugar pero y si te dijera que no es solo eso sino que ¿estás siendo parte de un sistema lineal que no hace más que solo producir y contaminar todo lo que está a nuestro alrededor? ¿haría que te replantearas tus decisiones?
¿Sabes? algo que he aprendido con la creación de la empresa y por experiencia personal es que existe algo llamado «automatización del proceso de la toma de decisiones» y la «automatización de los procesos» Estos van muy ligados uno del otro pero tienen sus diferencias. La automatización de procesos es cuando tenemos trazada una ruta de cómo se deben hacer las cosas, y el 2do es además para qué estamos haciendo esa automatización.
La mayoría de las empresas, e incluso nosotros, basan sus acciones en la toma de decisiones. Por ejemplo, una empresa de seguros toma a diario decisiones como: “¿aceptamos a un posible tomador, sí o no”, “aceptamos la reclamación, sí o no”. La automatización de estos procesos hace que podamos tomar decisiones de manera pertinente, eficaz y receptiva. Esta sería la primera ventaja de la automatización de las decisiones, pero a la hora de tomar decisiones también es importante poder ajustar de manera flexible el resultado de las mismas a las circunstancias cambiantes y a los objetivos empresariales, también cambiantes. Esto se debe a que se puedan flexibilizar procesos e impactar de manera productiva los objetivos.
Principales razones por las que automatizar decisiones
Automatizar el proceso de toma de decisiones puede ser especialmente beneficioso para una empresa, si las decisiones a tomar entran dentro de alguno de estos grupos:
- Repetición: La decisión se toma muchas veces. Por ejemplo, en una empresa de alquiler de coches “aceptar a un cliente para alquilar un coche”, o para una compañía de seguros “determinar el precio de una cobertura”.
- Múltiples variables: Tomar la decisión requiere tener en cuenta múltiples variables. Por ejemplo, en la empresa de alquiler de coches, “¿es la solvencia del cliente suficiente?”, “¿tiene el conductor una edad de > x?”, “¿es aceptable su historial de daños?”, etc.
- Impacto en el negocio: La decisión tiene un impacto directo en el logro de los objetivos de la empresa. Mejorar la calidad de la toma de decisiones críticas tendrá un impacto directo en el resultado final del negocio.
- Gestión de los datos: Los datos necesarios para tomar la decisión provienen de diferentes fuentes o deben derivarse dinámicamente en tiempo real.
- Necesidad de respuestas rápidas y bajo coste de mantenimiento: Se necesita tomar decisiones de manera rápida y eficiente ante cambios normativos o acciones de la competencia. Para ello, hay que permitir a los usuarios de negocio poder cambiar los parámetros de las decisiones, sin tener que depender de los departamentos IT.
- Time-to-market: Se necesita reducir el tiempo de salida al mercado de los productos de meses a semanas. Lo que, en los mercados dinámicos actuales, es una absoluta necesidad. Un sistema de gestión de decisiones permite una rápida implementación de los nuevos productos.
Hablando netamente de las decisiones personales, podemos utilizar estos bullet points para poder hacer esos pequeños pero importantes cambios en nuestras decisiones cuando estamos hablando de deshechos y tener mejores decisiones al momento de empezar la travesía de reciclaje, impacto en tu huella de carbono y el ambiente.
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