Estaba pensando en escribir un recorrido tanto profesional como personal para que me conocieras un poquito más pero eran preguntas realmente profundas como ¿Quién soy? ¿Qué decisiones he tomado? y ¿Por qué las he tomado? creo que son preguntas con demasiadas respuestas profundas para un inicio. Entonces dije, ¿Cuál sería el inicio?: ¿Cómo llegué aquí? Sinceramente creo que han sido varias procesos para este camino. Hoy puedo declararme completamente una rebelde, sin recuperación y sin dar marcha atrás… Bueno, ya tengo 36 años y muchas lecciones aprendidas de la vida que hacen que tenga menos temor, que sea más directa con mis decisiones y obviamente con las consecuencias de cada una de ellas.
Yo soy Verónica, directora ejecutiva y fundadora de Rebel Bonny, tengo una hija de casi 4 años y ha sido un viaje, muy lindo y enriquecedor pero también cuesta arriba por todos los temas que se abordan tanto fuera como adentro de la empresa, para crearla, posicionarla, hacerla única pero con un alto valor social y consciencia ambiental en Guatemala.
El trabajar en formar una empresa, siendo madre soltera, es uno de los desafíos más grandes que he enfrentado, y te diré por qué:
- Cuando empecé a buscar sobre qué hacer la empresa, mi empuje fue cuando nació mi hija y velar por su seguridad y buen crecimiento, ya sabes, siendo mamá primeriza quería hacer todo lo mejor por ella, y luego caí en cuenta que hacer lo mejor para ella no era solo hacerlo para ella sino por ella, todo lo integral, empecé a leer sobre métodos de lactancia, comida, enseñanza, el criar a un hijo, o por lo menos para mí, no era solo traerla al mundo y ya sino que ella podía, e iba a hacerlo, ser una persona de bien o mal y para ello debía de prepararla sus primeros 18 años antes de entregarla poco a poco a la sociedad como una persona con obligaciones. Y eso fue una revelación para mí: en mis brazos tenía a una personita que nació de 4libras que podría ser cualquier cosa que ella se propusiera si las bases que iba construyendo eran lo suficientemente sólidas y fuertes para un mundo como el que hoy conocemos.
- Pero ¿Realmente es el mundo que hoy conocemos uno que no puede ser cambiado? Esta fue la 2da revelación que tuve. Soy una fiel creyente que el cambio, en todo sentido, es bueno, y si crea caos pueden nacer acciones verdaderamente bellas, no hay que temer a los cambios ni mucho menos, incluso en nosotros mismos. Entonces, caí en cuenta sobre mí y sobre las decisiones que involuntariamente había estado tomando: sobre el cuidado de mí, sobre las implicaciones de esas decisiones y a quienes he tocado con esas consecuencias. Imagino que son preocupaciones de mamá, porque jamás había pensando algo así, mi hija y yo tenemos la facultad, y yo por ser la adulta la obligación, de dejar un legado y un mundo mucho mejor al que encontré.
- Nunca creí que el crear una empresa, con un presupuesto y sin muchos conocimientos iba a requerir tanto de mi persona. Me explico: una cosa es tener el dinero y montarla, otra muy diferente es hacerla desde «0» , trabajar 24×7 para verla prosperar y encima ser mamá. En Guatemala, no hay un conglomerado que indique cómo debes hacer las cosas, te vas enterando en el camino y a prueba y error. En el momento que empecé, empezó un boom sobre emprendimientos y tuve la oportunidad de obtener becas y de ahí vino COVID-19, cosa que jamás pensé que iba a afectar directa y trasversalmente la empresa, no sabía de la magnitud de esto. Porque sinceramente le he puesto muchas lágrimas, desvelos, dinero, errores y lecciones para dejarla simplemente estacionada.
- Y por último, el seguir siendo fiel a la primera idea que nació en el 2017 y ser congruente con eso después de todo lo que hemos pasado y que seguirán pasando, demanda mucho de ti y que mantengas los pies en la tierra. No es sencillo, la competencia en el área informal es bárbara, sin remordimiento y desleal, eso no quería para Rebel Bonny, porque de mi hija aprendí que todo lo que RB vaya a tocar debe ser fiel con sí misma, consecuente con los principios y valores, y alentadora para un mundo mejor.
En conclusión, nos volvimos Rebel cuando empezamos a cuestionarnos que las cosas pueden hacerse de otra manera con un impacto positivo para la vida de las personas, el medio ambiente y enseñarle a mi hija que existen otras opciones.
¿Ha sido fácil? No, ¿He tenido que priorizar otras cosas por encima de mi? Sí, ¿Ha valido la pena? Claro que sí, ¿Me he sentido abrumada y sola? Sí y todo esto es válido y esta bien. En Guatemala, lo que en otros países toma 2 años en crear, acá me ha tomado el doble pero no lo podría hacer sin:
- La retroalimentación de los clientes,
- Sin mi círculo cercano de amigos que siempre están atentos, de la buena manera, sobre mi salud, mi hija y la de la empresa;
- AGEXPORT y la Comisión de Cosméticos, quienes han sido mis mentores,
- CIG y sus constantes cursos,
- Sin las demás marcas de cosmética natural como: Amor Nutricosméticos, Nativo, Eyra Botánica, Rosa Mutzus, quienes creyeron desde un inicio en la tienda,
- Las personas que trabajan directa, e indirectamente, con la empresa; porque ellos también han iniciado y pasado por lo mismo que yo y son sumamente empáticos en cada fase en la que hemos pasado.
Así que, Rebel Bonny no es únicamente una empresa en formación y constante cambio sino una tribu que ha sido e ido formándose para tener mejores opciones de vida y saber que cuestionarnos si las cosas se pueden hacer de otra manera, es un buen indicio que hay más caminos por recorrer.
Un fuerte abrazo,
-Peace out-
Vero
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