14 Jun

Nuestra piel requiere de constantes cuidados y tratamientos para lucir saludable, radiante y joven. Los productos de belleza nos ayudan a aportarle las propiedades necesarias para regenerarse con frecuencia, pero también es importante darle otros cuidados especiales.

  • Utilizar agua fría: El uso de agua caliente puede causar flacidez y resequedad en la piel. Por el contrario, el agua fría ayuda a tonificar, cerrar los poros y conservar los aceites naturales de la piel.
  • Utilizar una toalla suave: Cuando termines de enjuagarte, sécate con suaves palmaditas y una toalla suave.
  • Aplicarse aceites vegetales: Los aceites hidratan, limpian y suavizan la piel de manera natural. Entre los recomendados encontramos el de coco, de almendras, de oliva, de rosa mosqueta, etc.
  • Evitar el consumo de alcohol: El consumo de este tipo de bebidas causa deshidratación y, por ende, resequedad en la piel y envejecimiento prematuro.
  • Beber zumos naturales: Los jugos de frutas y vegetales le aportan a la piel vitaminas, minerales y antioxidantes que estimulan su regeneración y la protegen de los daños externos.
  • Hacer ejercicio: Este buen hábito ayuda a mejorar la salud de la piel y contribuye a una correcta oxigenación de las células. Solo 30 minutos diarios de ejercicio pueden causar un impacto muy positivo en tu cutis.
  • Exfoliar la piel: Este paso ayuda a eliminar las células muertas que se acumulan causando manchas y otras alteraciones en la piel. Simplemente mezcla un poco de avena con miel y aplícalo con suaves masajes por todo el rostro.
  • Tonificación: El uso de tónico es un paso fundamental en toda rutina de belleza para cuidar la piel. Este producto ayuda a refrescar, a cerrar los poros, eliminar el exceso de grasa y conservar la elasticidad de la piel.
  • Desinflamación: La piel alrededor de los ojos tiende a inflamarse con frecuencia y lucir de un aspecto cansado debido a las ojeras. Pon en el refrigerador algunas rodajas de pepino y luego aplícalas sobre los parpados.

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